Strong:
H559(amar)raíz primaria;
permanecer (que se usa con gran latitud):- afirmar, anunciar, añadir, aviso, canto, considerar, contar, contestar, convocar, dar, deber, decidir, decir, declarar, desear, determinar, dicho, gozar, hablar (de, en contra de), llamar, mandar, meditar, orden, ordenar, pedir, pensar, proclamar, proferir, prometer, publicar, punto, querer, razonar, recitar, referir, responder, señalar, tratar, vanagloriar.
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Diccionario Chávezאמר QAL:
1) Decir.
2) Mencionar (
Gén 43:27).
3) Prometer (
2Re 8:19;
Neh 9:15).
4) Llamar, dar nombre (
Isa 5:20).
5) Pensar, en el modismo "decir en el corazón" o "decir al corazón" (
Gén 8:21;
Gén 17:17).
6) Pensar, asumir (
Gén 44:28).
7) Pensar, planear (
Éxo 2:14).
8) Ordenar (
Est 1:17;
Sal 105:31). — Perf. אָמַר, אָמַרְתִּי; Impf. יֹאמַר, תֹּאמַר, אֹמַר, יֹאמְרוּ, תֹּאמַרְנָה; Vaif. וַיֹּאמַר; Suf. תֹּאמַרְךָ; Impv. אֱמֹר, אִמְרִי Inf. אֱמֹר; Abs. אָמוֹר; Pref. לֵאמוֹר, בֶּאֱמֹר, כֶּאֱמֹר; Suf. אָמְרִי, אָמְרָם; Part. אֹמֵר; Pas. אָמוּר (pero ver allí).
NIFAL:
1) Ser dicho (
Núm 21:14).
2) Ser llamado (
Gén 32:29;
Isa 4:3).
3) Se suele decir (
Gén 10:9). — Perf. נֶאֱמר; Impf. יֵאָמֵר.
HIFIL:
Proclamar (
Deu 26:17). — Perf. הֶאֱמַרְתָּ; Suf. הֶאֱמִירְךָ.
HITPAEL:
Las formas inciertas יִתְאַמְּרו (
Sal 94:4) y תִּתְיַמָּֽרוּ (
Isa 61:6), pueden significar "gloriarse", pero en el primer caso hay versiones que parecen leer יֹאמְרוּ, lo que haría que el texto diga:
"dicen insolencias los que hacen iniquidad", en lugar de "se confabulan", como lo tiene la RVA. En el caso de
Isa 61:6 se puede tratar del verbo מרא, como lo tiene la RVA (Ver III מרא).
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Diccionario Vine AT
amar (אָמַר, H559), «decir, hablar, relatar, ordenar, responder». Este verbo se encuentra en todas las lenguas semíticas. Aunque está en todos los períodos de estas lenguas, significa «decir, hablar» únicamente en los así llamados dialectos semíticos «nordoccidentales» (excepto el ugarítico) y en arameo. Por lo demás, significa «decir» o «ver». El término se usa unas 5:280 veces en el Antiguo Testamento hebreo.
Amar se refiere sencillamente a la comunicación oral. Generalmente el vocablo implica la comunicación directa («decir»), aunque puede usarse también para la comunicación indirecta («hablar»).
Por regla general, el sujeto del verbo es alguna persona: un ser humano (
Gén 2:23) o Dios (
Gén 1:3 : primera mención del verbo). Contadas veces animales (
Gén 3:1) o, metafóricamente, objetos inanimados «dicen» alguna cosa (
Jue 9:8á). El término tiene muchas connotaciones que requieren, particularmente en algunos pasajes, una traducción adecuada (p. ej., «responder», o sea, «decir en respuesta a»), como se puede apreciar en las diferentes versiones. En
Gén 9:8 leemos: «Dios habló a Noé» (rva , lba ; «dijo» nrv , bj , nbe , bla , lvp ); en este caso no se aclara el contenido específico de la comunicación. En
Gén 22:2 Abraham debe ofrecer a Isaac «sobre uno de los montes» que Dios le «dirá» (rva , lba , bj ; «indicará» nbe , bla ; «señalará» lvp ). Moisés pide permiso al faraón para que Israel vaya a ofrecer sacrificios a Dios como él «manda» (
Éxo 8:27 lba ; «ordene» lvp ; «dice» rv , rva , nrv ). El impacto de la comunicación divina es más que una simple declaración. Tiene autoridad.
Además de estas connotaciones frecuentes, se traduce con muchos vocablos que representan varios aspectos de la comunicación oral; como «asignar» (
1Re 11:18 lba ; «señalar» rv ; «prometer» rva ; «regalar» lvp ), «mencionar» (
Gén 43:27 rva ), «llamar» (
Isa 5:20 rva , lba ) y «prometer» (
2Re 8:19). Aunque no siempre se traduce de esta manera, el término puede implicar el hecho de pensar dentro de sí mismo (
Gén 44:28) y la intención de actuar (
Éxo 2:14).
Cuando se trata del «hablar» divino, el verbo puede referirse a una simple comunicación (
Gén 1:26). Sin embargo, encontramos a menudo un sentido más pleno donde el «decir» de Dios efectúa lo que dice (cf.
Génesis 1). La frase «así ha dicho el Señor», tan frecuente en los profetas, se ha analizado como una fórmula de uso frecuente en mensajes. Se han encontrado cartas en el Medio Oriente, en Mari (1750-1697 a.C.) y Amarna (1400-1360 a.C.), por ejemplo, que contienen una fórmula similar. Las cartas de hoy comienzan con un «Estimado Señor», pero los mensajes divinos concluyen con «así ha dicho el Señor». La Biblia reconoce que detrás del hablar divino hay autoridad y poder.
La Septuaginta traduce este verbo mediante más de 40 vocablos griegos diferentes y con mayor frecuencia con
lego («decir») y
eipen («él dijo»).