Aplikace, kterou právě používáte, je biblický program Studijní on-line bible (dále jen SOB) verze 2. Jedná se prozatím o testovací verzi, která je oproti původní verzi postavena na HTML5, využívá JavaScriptovou knihovnu JQuery a framework Bootstrap. Nová verze přináší v některých ohledech zjednodušení, v některých ohledech je tomu naopak. Hlavní výhodou by měla být možnost využívání knihovny JQuery pro novou verzi tooltipů (ze kterých je nově možné kopírovat jejich obsah, případně kliknout na aktivní odkazy na nich). V nové verzi by zobrazení překladů i vyhledávek mělo vypadat "profesionálněji", k dispozici by měly být navíc např. informace o modulech apod. Přehrávač namluvených překladů je nyní postaven na technologii HTML5, tzn., že již ke svému provozu nepotřebuje podporu Flash playeru (který již oficiálně např. pro platformu Android není k dispozici, a u kterého se počítá s postupným všeobecným útlumem).
Application you're using is a biblical program Online Bible Study (SOB), version Nr. 2. This is yet a testing release, which is (compared to the previous version) based on HTML5, uses JQuery JavaScript library and Bootstrap framework. The new version brings in some aspects simplifications. The major advantage should be the possibility of using JQuery for the new version tooltips (from which it is now possible to copy their content, or click on active hyperlinks). In the new version are also available informations about the modules and the like. The player of the narrated translations is now HTML5 powered (he does not need Flash player). I hope, that the new features will be gradually added.
Diviš Libor URL: www.obohu.cz E-mail: infoobohu.cz Skype: libordivis
1 Y ABRAHAM era ya viejo, entrado en días; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.
2 Y dijo Abraham a su siervo, el anciano de su casa, el cual gobernaba todo lo que tenía: Ruégote pongas tu mano debajo de mi muslo,
3 y te juramentaré por Jehová, Dios del cielo y Dios de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los Cananeos entre quienes habito;
4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás de allí mujer para mi hijo Isaac.
5 Y le dijo el siervo: Tal vez no querrá la mujer seguirme a esta tierra; ¿haré en tal caso que vuelva tu hijo a la tierra de donde saliste?
6 Y le respondió Abraham: ¡Guárdate de hacer volver a mi hijo allá!
7 Jehová, el Dios del cielo, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi nacimiento, y que me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, de modo que puedas tomar de allí mujer para mi hijo.
8 Y si la mujer no quisiere seguirte, entonces estarás libre de este mi juramento, con tal que no hagas volver a mi hijo allá.
9 Y puso el siervo su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y juróle sobre este asunto.
10 Entonces tomó el siervo diez camellos, de los camellos de su señor, y fué, llevando consigo de lo mejor de todos los bienes de su señor. Levantóse pues, y fué a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto al pozo de las aguas, a la hora de la tarde, cuando salen las mozas a sacar agua.
12 Y dijo: Jehová, Dios de mi señor Abraham, ruégote me depares buen encuentro hoy, y que uses de benevolencia para con mi señor Abraham.
13 Heme aquí en pie junto a la fuente de las aguas, y las hijas de los hombres de la ciudad están saliendo a sacar agua;
14 suceda pues que la joven a quien yo dijere: Abaja, te ruego, tu cántaro para que yo beba; y ella respondiere: Bebe tú, y también a tus camellos daré de beber; sea ésta la que designaste para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que has usado de benevolencia para con mi señor.
15 Y fué así que antes que acabase de hablar, he aquí a Rebeca que salía con su cántaro al hombro; la misma que había nacido a Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham.
16 Y la joven era de muy hermoso parecer, virgen, a la que no había conocido varón; y bajó a la fuente, y llenó su cántaro, y subía,
17 cuando corrió el siervo a su encuentro, y dijo: Ruégote me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
18 Y ella respondió: Bebe, señor mío: y dióse prisa a bajar el cántaro sobre su mano, y dióle de beber.
19 Y luego que acabó de darle de beber, ella dijo: También sacaré para tus camellos, hasta que acaben de beber.
20 Y vaciando prestamente su cántaro en la pila, corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
21 Y el hombre fijando en ella la vista, callaba, por saber si Jehová había prosperado su camino o no.
22 Y sucedió que como acabasen los camellos de beber, tomó el hombre un pendiente de oro, de medio siclo de peso, y dos brazaletes para poner sobre sus manos, del peso de diez siclos de oro.
23 Y dijo: ¿De quién eres hija? Dime, te ruego, si hay en casa de tu padre lugar donde podamos posar.
24 Y ella le respondió: Hija soy de Betuel, hijo de Milca, que parió ella a Nacor.
25 Le dijo además: También tenemos paja, y asimismo forraje en abundancia, y lugar donde posar.
26 Entonces postróse el hombre, y adoró a Jehová;
27 y dijo: ¡Bendito sea Jehová, el Dios de mi señor Abraham, que no ha apartado su benevolencia y su fidelidad de mi señor! estando yo en el camino, guióme Jehová a la casa de los hermanos de mi señor.
28 Y corrió la joven, y contó en casa de su madre estas cosas.
29 Y tenía Rebeca un hermano que se llamaba Labán. Corrió entonces Labán a donde estaba el hombre, afuera, junto a la fuente.
30 Y sucedió que como viese el pendiente, y los brazaletes en las manos de su hermana, y como oyese las palabras de Rebeca su hermana, que decía: Así me habló el hombre; vino al hombre; y he aquí que éste estaba junto a los camellos, cerca de la fuente.
31 Y le dijo: ¡Entra, bendito de Jehová! ¿por qué te quedas afuera? pues tengo preparada la casa, y el lugar para los camellos.
32 Vino entonces el hombre a la casa, y descinchó los camellos. Entretanto le dió Labán paja y forraje para los camellos, y agua para lavarse los pies, y los pies de los hombres que con él venían.
33 Y le sirvieron de comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho el asunto que me trae. A lo que respondió Labán: Habla.
34 Dijo pues: Siervo de Abraham soy.
35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi señor, de modo que él se ha engrandecido; porque le ha dado rebaños, y vacadas, y plata, y oro, y siervos, y siervas, y camellos y asnos.
36 Y Sara, mujer de mi señor, parió hijo a mi señor, después de envejecida, a quien él ha dado todo cuanto tiene.
37 Y juramentóme mi señor, diciendo: No tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los Cananeos en cuya tierra habito;
38 sino que irás a casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás de allí mujer para mi hijo.
39 Y yo dije a mi señor: Tal vez no querrá la mujer seguirme.
40 Mas él respondió: Jehová, delante de quien yo ando, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino, a fin de que tomes mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre.
41 Cuando hayas ido a mi parentela, entonces estarás libre de mi juramento; porque si no te la dieren, quedarás libre de mi juramento.
42 Llegué pues hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si es así que prosperas mi camino por donde ando,
43 heme aquí junto a la fuente de las aguas; suceda pues que la doncella que saliere a sacar agua, a quien yo dijere: Déjame beber, te suplico, un poco de agua de tu cántaro;
44 y me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré, sea esta la mujer que Jehová ha designado para el hijo de mi señor.
45 Y aun no acababa de hablar en mi corazón, cuando he aquí a Rebeca, que salía con su cántaro sobre el hombro; y bajó a la fuente, y sacó agua. Y yo le dije: Ruégote me dés de beber.
46 Entonces ella apresuróse a bajar su cántaro de sobre sí, diciendo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Bebí pues, y también a los camellos dió ella de beber.
47 Y le pregunté, diciendo: ¿De quién eres hija? Y me respondió: Hija de Betuel, hijo de Nacor, a quien Milca le parió. Entonces le puse este pendiente en la nariz, y los brazaletes en las manos;
48 e incliné la cabeza y adoré a Jehová, y bendije a Jehová, el Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino recto, a tomar la hija del hermano de mi señor, para su hijo.
49 Ahora pues, si queréis usar de benevolencia y lealtad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; para que me vuelva a la derecha o a la izquierda.
50 ¡Entonces respondieron Labán y Betuel, diciendo: De Jehová procede esto; nosotros no podemos decirte mal ni bien.
51 He aquí a Rebeca delante de ti, tómala y véte, y sea ella mujer del hijo de tu señor, como lo tiene ordenado Jehová.
52 Y fué así que como oyese el siervo de Abraham sus palabras, postróse en tierra ante Jehová.
53 Y sacó el siervo alhajas de plata y alhajas de oro y vestidos, y diólos a Rebeca; dió también cosas preciosas a su hermano y a su madre.
54 Y comieron y bebieron él y los hombres que con él venían, y pasaron allí la noche. Y cuando se levantaron por la mañana, él dijo: Enviadme a mi señor.
55 A lo cual respondieron el hermano de ella. y su madre: Quédese la muchacha con nosotros algunos días, a lo menos diez, y después irá.
56 Mas él les respondió: No me detengáis, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme, para que vaya a mi señor.
57 Entonces dijeron: Llamemos a la muchacha, e inquiramos de su boca.
58 Llamaron pues a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este hombre? Y ella respondió: Sí, iré.
59 De suerte que enviaron a Rebeca su hermana y su nodriza, y al siervo de Abraham y sus hombres.
60 Y bendijeron a Rebeca, diciéndole: ¡Tú, hermana nuestra, seas madre de miles de millares; y posea tu descendencia la puerta de sus enemigos!
61 Entonces levantóse Rebeca con sus doncellas, y, montadas sobre los camellos, siguieron al hombre. De manera que tomó el siervo a Rebeca, y se fué.
62 E Isaac volvía de dar un paseo del pozo del Viviente-que-me-ve: pues habitaba en la tierra del Mediodía;
63 y había salido Isaac al campo a meditar a la hora de la tarde, cuando alzando los ojos miró, y he aquí que venían los camellos.
64 Alzó también Rebeca los ojos y vió a Isaac, y bajóse del camello;
65 porque había preguntado al siervo: ¿Quién es aquel hombre que viene andando por el campo a nuestro encuentro? y habíale contestado el siervo: Aquél es mi señor. Ella pues tomó su velo, y cubrióse.
66 Y contó el siervo a Isaac todo lo que había hecho.
67 Y trájola Isaac a la tienda de su madre, y tomó a Rebeca; y ella fué su mujer, y él la amó. Así consolóse Isaac después de la muerte de su madre.