Strong:
H120(adám)de
H119;
rojizo, i.e. un
ser humano (individuo o la especie,
humanidad, etc.):- Adán, común, gente, humano, persona, varón.
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Diccionario Chávezאָדָם
1) Hombre (
Gén 1:26;
en 2:7 observe el juego de palabras entre adám y adamáh, "tierra").
2) Colect.:
hombres, gente (
Jer 47:2).
3) Con neg.:
nadie (
Sal 105:14).
4) Indef.:
alguien (
Lev 22:5). — ben adám = hijo del hombre = ser humano. (Pl. benéi adám).
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Diccionario Vine AT
adam (אָדָם, H120), «hombre; humanidad; gente; alguien». Este nombre se encuentra en ugarítico, fenicio y púnico. Un término con los mismos radicales se encuentra en antiguo arábigo meridional con el significado de «siervo». En arábigo tardío los mismos radicales significan tanto «la humanidad» como «toda la creación». El término acádico
admu significa «niño». El vocablo hebreo aparece unas 562 veces y en todos los períodos del hebreo bíblico.
Este nombre está relacionado con el nombre , «estar rojo», que puede ser una alusión a la tez rojiza o curtida de los hombres en la antigüedad. El nombre expresa el «hombre» como creatura a la imagen de Dios, la corona de toda la creación. En la primera vez que aparece «hombre» se refiere al género humano, es decir, el «hombre» en sentido genérico: «Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza» (
Gén 1:26). En
Gén 2:7 el vocablo se refiere al primer «hombre», Adán: «Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente».
Entre
Gén 2:5 y 5:5 hay un constante cambio e interrelación entre el uso genérico e individual. El «hombre» se distingue del resto de la creación en que se creó por un acto especial e inmediato de Dios: solo él fue creado a imagen de Dios (
Gén 1:27). Estaba formado por dos elementos, lo material y lo inmaterial (
Gén 2:7). Desde el comienzo ocupó una posición por encima del resto de la creación terrenal y se le prometió una posición aun más exaltada (vida eterna) si obedecía a Dios: «Dios los bendijo y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra» (
Gén 1:28 rva ; cf. 2:16-17). En
Génesis 1 el «hombre» se describe como meta y corona de la creación, mientras que en
Génesis 2 vemos que el mundo se creó como la escena de la actividad humana. La imagen de Dios en el «hombre» se refiere a su alma y/o espíritu. (Es esencialmente espiritual; tiene una dimensión invisible e inmortal que es indivisible.) Otros elementos de esta imagen son:
(1) mente y voluntad,
(2) integridad intelectual y moral (se creó con verdadero conocimiento, justicia y santidad),
(3) cuerpo (órgano considerado apto para compartir la inmortalidad del ser humano; y también para actuar como agente de Dios en la creación), así como
(4) dominio sobre el resto de la creación.
La «caída» afectó profundamente al «hombre», sin embargo, no perdió la imagen de Dios (
Gén 9:6). Después de la caída, el «hombre» ocupa una nueva posición, inferior, delante de Dios: «Jehovah vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo solo al mal» (
Gén 6:5 rva ; cf. 8:21). El «hombre» deja de tener comunión perfecta con el Creador; está ahora bajo la maldición del pecado y de la muerte. Se destruyeron el prístino conocimiento, justicia y santidad. La restauración al lugar que le corresponde al «hombre» en la creación y en su relación con el Creador proviene únicamente de la unión espiritual con Cristo, el segundo Adán (
Rom 5:12-21). En algunos de los pasajes posteriores del Antiguo Testamento, es difícil distinguir entre e
îsh , el «hombre» como contraparte de la mujer y/o en su virilidad.
A veces se refiere a un grupo limitado y particular de «hombres»: «He aquí, avanzan aguas del norte, se convierten en torrente e inundan la tierra y su plenitud, la ciudad y sus habitantes. Entonces los hombres gritan, y gime todo habitante de la tierra» (
Jer 47:2 rva ). Cuando se refiere a un grupo en particular de individuos («hombres»), el nombre se encuentra en la frase «hijos de los hombres»: «Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres» (
Gén 11:5). La frase «hijo del hombre» generalmente señala a un individuo en particular: «Dios no es hombre [
îs ] para que mienta, ni hijo de hombre [] para que se arrepienta» (
Núm 23:19; cf.
Eze 2:1). Hay una única y notable excepción del uso de este término en
Dan 7:13-14 : «Estaba yo mirando en las visiones de la noche, y he aquí que en las nubes del cielo venía alguien como un Hijo del Hombre [ôsh ] … su dominio es dominio eterno, que no se acabará; y su reino, uno que no será destruido» (rva ). En este caso, la frase se refiere a un ser divino.
Adam se usa también para referirse a «cualquier hombre», a cualquier persona, varón o hembra: «Cuando alguien [«un hombre» lba ] tenga en la piel de su cuerpo hinchazón, costra o mancha clara y se convierta en la piel de su cuerpo en llaga de lepra, será traído al sacerdote Aarón» (
Lev 13:2 rva ). El nombre quiere decir «rubí», vocablo que se encuentra 3 veces y solo en hebreo. En
Éxo 28:17 encontramos a esta piedra preciosa de color rojo vivo, un «rubí»: «La primera hilera tendrá un rubí [], un topacio y un berilo» (rva ).