Strong:
H776(érets)de una raíz que no se usa que probablemente significa
ser firme;
tierra (completa o partitivamente una
tierra):- campo, comarca, costa, ladera, mundo, nación, país, polvo, provincia, región, suelo, terreno, territorio, tierra.
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Diccionario Chávezאֶרֶץ Tierra, territorio, país. — Paus. אָֽרֶץ; Pref. הָאָרֶץ; Suf. אַרְצְךָ, אַרְצָֽךָ; Loc. אַרְצָה, אָֽרְצָה; Pl. אֲרָצוֹת; Const. אַרְצוֹת; Suf. אַרְצֹתָם.
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Diccionario Vine AT
erets (אֶרֶץ, H776), «tierra (todo el mundo); tierra firme; suelo; entidad política; subsuelo». El término tiene cognados en ugarítico, fenicio-púnico, moabita, acádico, arameo (donde los radicales son o ); y arábigo (). aparece en la Biblia hebrea alrededor
Deu 2:504 veces (22 en arameo bíblico) y en todos los períodos. Expresa una cosmovisión que contradice los mitos antiguos así como las teorías modernas que intentan explicar el origen del universo y de las fuerzas que los sostienen.
La palabra a menudo representa toda la superficie de este planeta y, junto con el mundo «celestial», describe la creación física total y cada cosa en ella. Esto es lo que significa la primera vez que se menciona en la Biblia: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» (
Gén 1:1).
En primer lugar, significa «tierra» la escena temporal de la actividad, experiencia e historia humana. El mundo material comenzó cuando Dios «hizo la tierra con su poder», la «formó» y «extendió» (
Isa 40:28;
Isa 42:5;
Isa 45:12,
Isa 45:18;
Jer 27:5;
Jer 51:15). Por consiguiente, «de Jehová es la tierra» (
Sal 24:1;
Deu 10:1;
Éxo 9:29;
Neh 9:6). Ninguna parte de la «tierra» es independiente de él porque «los confines de la tierra son suyos», incluyendo «los montes», «los mares», «la tierra firme», «las profundidades de la tierra» (
Sal 2:8;
Sal 95:4-5;
Amó 4:13;
Jon 1:9).
erets a veces significa «tierra» a diferencia de mar o agua. Este uso se encuentra, por ejemplo, en
Éxo 20:11 : «Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que hay en ellos hay, y reposó en el séptimo día». El significado más restringido aparece por primera vez en
Gén 1:10, donde «llamó Dios a lo seco Tierra». En este contexto, «tierra» incluye desiertos, suelo de cultivo, valles y montañas, todo lo que hoy conocemos como islas y continentes.
Dios creó la tierra para que se habitara (
Isa 45:18). Puesto que «tenía autoridad sobre la tierra», por ser el Creador, decretó: «Produzca la tierra hierba verde … según su género» (
Job 34:13;
Gén 1:11). La «tierra» nunca debía dejar de producir porque «mientras exista la tierra, no cesarán la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche» (
Gén 8:22 rva ). «La tierra está llena de los beneficios de Dios» y el género humano debía «multiplicarse y llenar la tierra» (
Sal 104:24;
Gén 1:28;
Gén 9:1). Que nadie se imagine que la tierra es un mecanismo autónomo porque «Jehová reina» y «él está sentado sobre el círculo de la tierra», desde donde hace «llover sobre la faz de la tierra» (
Sal 97:1;
Isa 40:22;
1Re 17:14).
Puesto que «los ojos de Jehovah recorren toda la tierra» (
2Cr 16:9 rva ; cf.
Zac 4:10), él observa que «no hay hombre justo en la tierra» (
Ecl 7:20). En un principio, Dios se propuso raer «de sobre la faz de la tierra a los hombres» (
Gén 6:5-7). Aunque su ira se aplacó y prometió no volver «más a maldecir la tierra … ni … a destruir todo ser viviente» (
Gén 8:21), podemos estar seguros de que él viene «a juzgar la tierra» (
Gén 7:16s;
Sal 96:13). En aquel momento, a la ira del Señor «tiembla la tierra», la «vacía» y la «beberán todos los impíos de la tierra» (
Jer 10:10;
Joe 2:10;
Isa 24:1;
Sal 75:8). Con todo, Dios brinda una alternativa para todos los que responden a su promesa: «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra» (
Isa 45:22).
Lo que el Creador formó «en el principio» también tendrá su fin, porque él creará «nuevos cielos y nueva tierra» (
Isa 65:17;
Isa 66:22).
El vocablo hebraico se encuentra también a menudo en la frase «cielo y tierra» o «tierra y cielo». En otros términos, las Escrituras enseñan que nuestro planeta terráqueo forma parte de una estructura global cosmológica a la que llamamos universo. Esto no es un accidente ni el resultado de procesos internos; los insondables confines e innumerables componentes del universo deben su origen a Dios, «quien hizo los cielos y la tierra» (
Sal 121:2;
Sal 124:8;
Sal 134:3).
Puesto que Dios es el «creador y dueño del cielo y de la tierra», todo el universo debe retumbar con las alabanzas de su gloria que «es sobre tierra y cielos» (
Gén 14:19,
Gén 14:22;
Sal 148:13). «Cantad loores, oh cielos … gritad con júbilo profundidades de la tierra» (
Isa 44:23); «Alégrense los cielos, y gócese la tierra» (
Sal 96:11). Así rinde culto a Dios toda la creación porque «todo lo que quiso Jehová, ha hecho; en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos» (
Sal 135:6).
erets no solo denota todo el planeta tierra, sino también algunas de las partes que lo constituyen. Términos como
tierra ,
campo ,
suelo ,
terreno y
patria comunican el significado de a nuestra lengua castellana. es el «suelo» que pisan los seres humanos y animales; por ejemplo: «Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar … y en todo animal que se arrastra sobre la tierra» (
Gén 1:26). Sobre el hay polvo (
Éxo 8:16) y caen la lluvia y el rocío (
Gén 2:5).
Con cierta frecuencia se refiere a un territorio nacional o bien al pueblo que lo habita (una nación o una tribu): «Ya no había alimentos en toda la tierra; y el hambre se había agravado, por lo que desfallecía de hambre tanto la tierra de Egipto como la tierra de Canaán» (
Gén 47:13 rva ). Además de Egipto, encontramos «tierra de los filisteos», «tierra de Israel»; «tierra de Benjamín»; «tierra de su nacimiento» (
Gén 47:13;
Zac 2:5;
2Re 5:2,
2Re 5:4;
Jue 21:21;
Gén 11:28). Véase también
Núm 32:1 (rva ) : «Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchísimo ganado. Y al ver la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, el lugar les pareció apropiado para el ganado».
Se dice que Israel vive en la «tierra de Jehová» (
Ose 9:3; cf.
Lev 25:33á). Cuando el pueblo llega a sus fronteras, Moisés les recuerda que la tierra les pertenecía únicamente porque Dios expulsó a otras naciones para «darles su tierra por heredad» (
Deu 4:38). Moisés promete que Dios haría producir la tierra, porque él dará «la lluvia de vuestra tierra» para que sea una «buena tierra», «tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel» y «tierra de abundancia» (
Deu 11:13-15;
Deu 8:7-9;
Jer 2:7).
El nombre hebreo también se puede traducir como «suelo» (
Amó 3:5;
Gén 24:52;
Eze 43:14). Cuando Dios ejecuta su juicio, «a los impíos humilla hasta el suelo» (
Sal 147:6 rva ; «polvo» nvi ).
Por último, encontramos un matiz de poco usado, aunque significativo, que se refiere al «subsuelo o submundo»: «Los que buscan mi alma para destruirla caerán en las profundidades de la tierra» (
Sal 63:9 rva ). A veces el término sin calificativos se usa para hablar del «submundo»: «Descendí a la base de las montañas. La tierra echó sus cerrojos tras de mí para siempre» (
Jon 2:6 rva ). Los cognados acádicos a veces tienen el mismo significado. Algunos estudiosos encuentran esta acepción también en
Éxo 15:12;
Sal 71:20 y
Jer 17:13.