1Und JakobH3290 riefH7121 seine SöhneH1121 und sprachH559 : VersammeltH622 euch, und ichH5046 will euch verkünden, was euch begegnenH7122 wird in künftigenH319 TagenH3117. 2Kommet zusammen und höretH8085, ihr SöhneH1121 JakobsH3290, und höretH8085 auf IsraelH3478, euren VaterH1! 3RubenH7205, mein ErstgeborenerH1060 bist du, meine KraftH3581 undH3499 der ErstlingH7225 meiner StärkeH202! Vorzug an Hoheit undH3499 Vorzug an MachtH5794! 4Überwallend wie die WasserH4325, sollst du keinen Vorzug haben, denn du hastH5927 das LagerH4904 deines VatersH1 bestiegen; da hast du es entweihtH2490. Mein BettH3326 hatH5927 er bestiegen! 5SimeonH8095 und LeviH3878 sind BrüderH251, Werkzeuge der Gewalttat ihre WaffenH3627. 6Meine SeeleH5315 kommeH935 nicht inH3161 ihren geheimen RatH5475, meine EhreH3519 vereinige sich nicht mit ihrer VersammlungH6951! Denn in ihrem ZornH639 haben sieH2026 den MannH376 erschlagen und in ihrem MutwillenH7522 den StierH7794 gelähmt. 7VerfluchtH779 sei ihr ZornH639, denn er war gewalttätig, und ihr GrimmH5678, denn er war grausam! Ich werde sieH2505 verteilen in JakobH3290 und sie zerstreuenH6327 in IsraelH3478. 8Dich JudaH3063, dich werden deine BrüderH251 preisenH3034; deine HandH3027 wird sein auf dem NackenH6203 deiner FeindeH341, vor dir werden sichH7812 niederbeugen die SöhneH1121 deines VatersH1. 9JudaH3063 ist ein jungerH1482 LöweH738; vom Raube, mein SohnH1121, bist du emporgestiegen. Er duckt sichH5927, er legt sichH3766 nieder wieH2964 ein LöweH738 und wie eine LöwinH3833; wer will ihnH6965 aufreizen? 10Nicht weichen wird das ZepterH7626 von JudaH3063, noch der Herrscherstab zwischen seinen FüßenH7272 hinweg, bisH3588 Schilo kommtH935, und ihm werdenH5493 die VölkerH5971 gehorchenH3349. 11Er bindet anH631 den WeinstockH1612 sein Eselsfüllen und an die Edelrebe das JungeH1121 seiner EselinH860; er wäscht im Weine sein Kleid und im Blute der TraubenH6025 sein GewandH3830; 12die AugenH5869 sind trübeH2447 von WeinH3196 und weißH3836 die ZähneH8127 von MilchH2461. 13SebulonH2074, am Gestade der MeereH3220 wird er wohnenH7931, und am Gestade der SchiffeH591 wird er sein und seine SeiteH3411 gegen SidonH6721 hin. 14Issaschar ist ein knochigerH1634 EselH2543, der sichH7257 lagert zwischen den HürdenH4942. 15Und er siehtH7200, daß die RuheH4496 gutH2896 und daß das LandH776 lieblichH5276 ist; und er beugtH5186 seine SchulterH7926 zum Lasttragen und wird zum fronpflichtigen KnechtH5647. 16DanH1835 wird sein VolkH5971 richtenH1777, wie einerH259 der StämmeH7626 IsraelsH3478. 17DanH1835 wird eine SchlangeH5175 sein am WegeH1870, eine Hornotter am PfadeH734, die da beißt in die FersenH6119 des RossesH5483, undH268 rücklings fälltH5307 sein ReiterH7392. 18Auf deine Rettung harre ichH6960, JehovaH3068! 19GadH1410, Scharen werdenH1464 ihn drängen, und er, er wird ihnen nachdrängen auf der FerseH6119. 20Von Aser kommt FettesH8082, sein BrotH3899; und er, königliche Leckerbissen wird er gebenH5414. 21Naphtali ist eine losgelassene Hindin; er, der schöneH8233 WorteH561 gibtH5414. 22SohnH1121 eines Fruchtbaumes ist JosephH3130, SohnH1121 eines Fruchtbaumes am Quell; die Schößlinge treiben über die MauerH7791. 23Und es reizen ihn und schießen, und es befehden ihn die Bogenschützen; 24aber sein BogenH7198 bleibtH3427 festH386, und gelenkig sind die ArmeH2220 seiner HändeH3027 durch die HändeH3027 des MächtigenH46 JakobsH3290. Von dannen ist der HirteH7462, der SteinH68 IsraelsH3478 : 25von dem GottH410 deines VatersH1, und er wird dir helfenH5826, und dem AllmächtigenH7706, und er wird dich segnenH1288 mitH854 Segnungen des HimmelsH8064 droben, mit Segnungen der TiefeH8415, die unten liegtH7257, mit Segnungen der BrüsteH7699 und des MutterleibesH7356. 26Die Segnungen deines VatersH1 überragen die Segnungen meiner VorelternH2029 bis zur Grenze der ewigenH5769 HügelH1389. Sie werden sein aufH7218 dem Haupte JosephsH3130 und auf dem ScheitelH6936 des Abgesonderten unter seinen BrüdernH251. 27BenjaminH1144 ist ein WolfH2061, der zerreißtH2963; am MorgenH1242 verzehrtH398 er RaubH5706, und am AbendH6153 verteilt er BeuteH7998. 28Alle diese sind die zwölfH8147 StämmeH7626 IsraelsH3478, und das ist es, wasH834 ihr VaterH1 zu ihnen redeteH1696 und womit er sie segneteH1288; einenH376 jeden nach seinem SegenH1293 segneteH1288 er sie. 29Und er gebotH6680 ihnen und sprachH559 zu ihnen: Bin ich versammeltH622 zu meinemH5971 Volke, so begrabetH6912 mich zu meinen VäternH1 in der HöhleH4631, die in dem FeldeH7704 EphronsH6085, des HethitersH2850, ist, 30inH6913 der HöhleH4631, die in dem FeldeH7704 Machpela vor MamreH4471 ist, im LandeH776 KanaanH3667, welche AbrahamH85 samt dem FeldeH7704 vonH6440 EphronH6085, dem HethiterH2850, zum ErbbegräbnisH272 gekauftH7069 hat. 31Dort haben sie AbrahamH85 begrabenH6912 und sein WeibH802 SaraH8283; dort haben sie IsaakH3327 begrabenH6912 und sein WeibH802 RebekkaH7259; und dort habe ich LeaH3812 begrabenH6912; 32das FeldH7704 und die HöhleH4631, die darin istH4735, sind erkauft von den KindernH1121 HethH2845. 33Und als JakobH3290 geendet hatteH3615, seinen SöhnenH1121 Befehle zu geben, zog erH622 seine FüßeH7272 aufs BettH4296 herauf und verschiedH1478 und wurde versammeltH622 zu seinen VölkernH5971.
Comentario de la Biblia de Matthew HenryVersículos 1, 2.
Jacob llama a sus hijos para bendecirlos. 3-7.
Rubén, Simeón, Leví. 8-12.
Judá. 13-18.
Zabulón, Isacar, Dan. 19-21.
Gad, Aser, Neftalí. 22-27.
José y Benjamín. 28-33.
El encargo de Jacob tocante a su entierro-su muerte. Vv. 1, 2. Todos los hijos de Jacob estaban vivos. Su llamado que los hizo reunirse fue un precepto para que ellos se unieran en amor y no se mezclaran con los egipcios; y predijo que no iban a separarse como lo hicieran los hijos de Abraham y de Isaac, sino que todos debían formar un solo pueblo.
No vamos a considerar este discurso como expresión de sentimientos particulares de afecto, resentimiento o parcialidad, sino como lenguaje del Espíritu Santo que declara el propósito de Dios respecto del carácter, las circunstancias y la situación de las tribus que descendían de los hijos de Jacob y que puede identificarse en sus historias.
Vv. 3-7. Rubén fue el primogénito pero por gran pecado perdió su primogenitura. El carácter de Rubén era inestable como el agua. Los hombres no prosperan porque no se establecen. El pecado de Rubén dejó una infamia perdurable en su familia. Nunca hagamos mal y, entonces, no temeremos que nos hablen al respecto.
Simeón y Leví eran apasionados y vengativos. El asesinato de los siquemitas es una prueba. Jacob protestó contra ese acto bárbaro. Nuestra alma es nuestro honor; por sus capacidades somos distinguidos de las bestias que perecen, y somos elevados por sobre ellas. De todo corazón debemos aborrecer a todo hombre sanguinario y malo. Maldita sea su ira. Jacob no maldice a sus personas sino sus lujurias. Yo las dividiré. La sentencia acerca de Leví se iba a convertir en bendición. Esta tribu realizó un servicio agradable a Dios en su celo contra los adoradores del becerro de oro, Éxodo xxxii. Habiendo sido apartados por Dios como sacerdotes, en ese carácter fueron esparcidos por la nación de Israel.
Vv. 8-12. El nombre de Judá significa alabanza. Dios era alabado
por su causa, capítulo xxix, 35, alabado
por él y alabado
en él; por tanto, sus hermanos le alabarán. Judá será una tribu fuerte y valiente. Judá es comparado, no con un león enfurecido y rugiente, sino con un león que disfruta la satisfacción de su fuerza y éxito sin vejar a los demás; esto es ser verdaderamente grande. Judá será la tribu real, la tribu de la cual vendrá el Mesías Príncipe. Silo, esa Simiente prometida en quien la tierra será bendecida, “ese pacífico y próspero”, o “Salvador”vendrá de Judá. Así, pues, el moribundo Jacob vio, de lejos, el día de Cristo y eso le fue consuelo y sostén en su lecho de muerte. Hasta la venida de Cristo, Judá poseyó autoridad, pero, después de su crucifixión, esta fue disminuida y, conforme a lo anunciado por Cristo, Jerusalén fue destruida y todo el remanente pobre y perseguido de los judíos fue confundido.
Mucho de lo que aquí se dice de Judá, debe aplicarse a nuestro Señor Jesús. En Él hay abundancia de todo lo que alimenta y refresca el alma y que mantiene y alegra la vida divina en ella. Él es la vid verdadera; el vino es el símbolo señalado de su sangre, que se bebe, derramada en favor de los pecadores y aplicada por fe; y todas las bendiciones de su evangelio son vino y leche, sin dinero y sin precio, a lo cual es bienvenida toda alma sedienta, Isaías lv, 1.
Vv. 13-18. Acerca de Zabulón: si la profecía dice que Zabulón será un puerto de barcos, ciertamente la providencia lo hará así. Dios designa los límites de nuestra habitación. Sabiduría y deber nuestro es acomodarnos a nuestra suerte y mejorarla; si Zabulón habita en el puerto del mar, que sea refugio de barcos.
Tocante a Isacar: él vio que la tierra era deleitosa, produciendo no sólo perspectivas gratas sino buenos frutos para recompensar sus esfuerzos. Veamos, con el ojo de la fe, que el reposo celestial sea bueno y la tierra prometida deleitosa; esto hará que nuestro servicio presente sea fácil.
Dan iba a ganar, por artes y política y sorpresa, ventajas contra sus enemigos, como serpiente que muerde el calcañar del viajero.
Jacob, casi extenuado y listo para desmayar, lo alivia con estas palabras: “Tu salvación esperé, oh Jehová”. La salvación que esperaba era Cristo, la Simiente prometida; ahora que él iba a ser reunido con su pueblo, suspira por Aquel a cuyo alrededor será la reunión del pueblo. Declara sencillamente que busca el cielo, la patria mejor, Hebreos xi, 13, 14. Ahora que va a disfrutar la salvación, se consuela por haber esperado la salvación. Como nuestro camino al cielo hay que esperar en Cristo, y el cielo, hay que esperarlo como nuestro reposo en Cristo. Es consuelo del santo moribundo haber esperado la salvación del Señor, pues entonces tendrá lo que ha estado esperando.
Vv. 19-21. En cuanto a Gad, alude Jacob a su nombre que significa ejército y anuncia el carácter de esta tribu. La causa de Dios y su pueblo, aunque por una vez pueda parecer derrotada y acabada, al final será victoriosa. Representa al conflicto cristiano. La gracia del alma suele ir envuelta en sus conflictos; las huestes de corrupción la vencen, pero la causa es de Dios y al final la gracia saldrá vencedora, sí, más que vencedora, Romanos viii, 37.
Aser debe ser una tribu rica. Su herencia bordeaba el Carmelo que era proverbialmente fructífero.
Neftalí, es una cierva suelta. Podemos considerarlo como descripción del carácter de esta tribu. A diferencia del laborioso buey y del asno, está deseoso de comodidad y libertad, activo, pero más notorio por la acción rápida que por la labor constante y la perseverancia. Como el suplicante que, con palabras buenas, anhela misericordia. Que no se censuren ni envidien unos a otros los que tienen diferentes temperamentos y dones.
Vv. 22-27. La bendición de José es muy plena. Lo que dice Jacob de él es historia y profecía. Jacob le recuerda las dificultades y fieros dardos de las tentaciones con que anteriormente luchó. Su fe no falló, antes bien, en medio de sus pruebas llevó todas sus cargas con firmeza y no hizo nada inconveniente. Toda nuestra fortaleza para resistir las tentaciones y soportar las aflicciones viene de Dios; su gracia es suficiente.
José llegó a ser el pastor de Israel para cuidar de su padre y de su familia, y la roca de Israel, su fundamento y firme soporte. En esto, como en muchas otras cosas, José fue un notable tipo del Buen Pastor y la Piedra del Ángulo probada de toda la iglesia de Dios.
Las bendiciones son prometidas para la posteridad de José, típicas de las vastas y eternas bendiciones que vienen sobre la simiente espiritual de Cristo. Jacob bendijo a todos sus hijos pero especialmente a José, “que fue apartado de sus hermanos”. No sólo separado en Egipto sino, por poseer una eminente dignidad y por ser más consagrado a Dios.
Se dice de Benjamín que arrebatará como lobo. Jacob fue guiado por el Espíritu de profecía en lo que dijo y no por el afecto natural; de lo contrario, hubiera hablado con más ternura de su amado hijo Benjamín. Tocante a él solamente prevé y predice que su posteridad será una tribu guerrera, fuerte y osada, y que se enriquecerá con los despojos de sus enemigos; que serán activos. El bendito Pablo era de esta tribu, Romanos xi, 1; Filipenses iii, 5; en el amanecer de su día, devoró la presa como perseguidor, pero en el ocaso repartió el botín como predicador; él compartió las bendiciones del León de Judá y participó en sus victorias.
Vv. 28-33. Jacob bendijo a cada uno conforme a las bendiciones que Dios tenía como objetivo otorgarles en tiempos posteriores.
Habló del lugar de su sepultura desde un principio de fe en la promesa de Dios, de que Canaán sería la heredad de su simiente en el momento debido. Cuando hubo terminado sus bendiciones y sus encargos y, por tanto, su testimonio, se concentró en su tarea de morir. Encogió los pies en la cama, no sólo como uno que pacientemente se somete al golpe, sino como quien alegremente se acomoda para descansar, ahora que estaba agotado. Entregó libremente su espíritu en la mano de Dios, el Padre de los espíritus. Si el pueblo de Dios es nuestro pueblo, la muerte nos reunirá con ellos. Bajo el cuidado del Pastor de Israel, nada nos faltará para el cuerpo o el alma. Permaneceremos firmes hasta que esté terminada nuestra obra; entonces, expiraremos nuestras almas en las manos de Aquel cuya salvación hemos esperado, partiremos en paz y dejaremos tras nosotros una bendición para nuestros hijos.